pObRe DiAbLo:
He escuchado hablar muchas veces de los parques temáticos, incluso he visto algunas foto de estos. Por otro lado, he visitado algunos restaurant adornados con diversas imágenes y figuras, como por ejemplo el Shop Dog. Pero nunca pensé encontrarme, al menos en Chile, con un restaurant temático. Fui invitado hace poco al “Los Vikingos”, un restaurant temático basado, como lo indica su nombre, en los Vikingos. Al entrar ya te encuentras con cascos vikingos, aunque hay algunos que se parecen más a los usados por los cruzados, con hachas nórdicas y cualquier otro artefacto que se les pueda ocurrir relacionados con esta civilización nórdica. Las mesas son de madera y largas, como se suele mostrar en las películas, claro que tiene una cubierta de vidrio, y por abajo van las pieles, los asientos son bancas tapizadas en pieles (sintéticas). También se pueden encontrar mesas redondas las que se encuentran rodeadas por sillas de madera de gran envergadura, con respaldos altos y diseños nórdicos.
Una vez que logré dejar de mirar a mí alrededor, pude comenzar a revisar la carta. Tienen gran variedad de platos, nada que se escape mucho de lo común (debo admitir que al ver tantas cosas vikingas pensé que podrían haber platos nórdicos también). Los precios no eran excesivos, para ser un restaurant, pero claramente es más caro que un carrito de completos.
Una vez hecho el pedido, seguí admirando la decoración, hasta que llego el momento de ir al baño, donde me lleve otra sorpresa, estaba completamente ambientado. En vez de pantallas habían mascaras alrededor de las ampolletas y en la taza habían grilletes.
Después de un largo rato esperando, llegó el pan, sopaipillas, empanadas y el pebre. Nuevamente me esperaba algo más vikingo, pero lo único que había en eso eran los pancitos con cara de vikingo. La verdad, la atención deja mucho que desear, aun que sospeché que fue por ser día domingo, así que la tarea de juzgar la atención queda por su cuenta.
La comida era bastante buena y son platos de buen tamaño, sobre todo a lo que trozos de carne se refiere.
Lamentablemente, la invitación me tomo por sorpresa, por lo cual no andaba con la camarita amiga, así que las fotos las tomé con mi celular, por eso la baja calidad.
Dirección: Ricardo Cumming 174, Santiago
Fono: 6972413
Una vez que logré dejar de mirar a mí alrededor, pude comenzar a revisar la carta. Tienen gran variedad de platos, nada que se escape mucho de lo común (debo admitir que al ver tantas cosas vikingas pensé que podrían haber platos nórdicos también). Los precios no eran excesivos, para ser un restaurant, pero claramente es más caro que un carrito de completos.
Una vez hecho el pedido, seguí admirando la decoración, hasta que llego el momento de ir al baño, donde me lleve otra sorpresa, estaba completamente ambientado. En vez de pantallas habían mascaras alrededor de las ampolletas y en la taza habían grilletes.
Después de un largo rato esperando, llegó el pan, sopaipillas, empanadas y el pebre. Nuevamente me esperaba algo más vikingo, pero lo único que había en eso eran los pancitos con cara de vikingo. La verdad, la atención deja mucho que desear, aun que sospeché que fue por ser día domingo, así que la tarea de juzgar la atención queda por su cuenta.
La comida era bastante buena y son platos de buen tamaño, sobre todo a lo que trozos de carne se refiere.
Lamentablemente, la invitación me tomo por sorpresa, por lo cual no andaba con la camarita amiga, así que las fotos las tomé con mi celular, por eso la baja calidad.
Dirección: Ricardo Cumming 174, Santiago
Fono: 6972413
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